Tu cuerpo puede hacer casi cualquier cosa, a la que tienes que convencer es a tu mente
A decir verdad creo que no existe una mejor frase para describir, la manera como debemos asumir cada paso que damos para sacar adelante cualquier proyecto o metas que nos trazemos en esta vida.
En este post vamos a hablar un poco de este tema, ya que muchas personas inician diferentes actividades pero no la concluyen, la pregunta es porque sucede Esto? Bueno aquí está la respuesta, Diferencias entre «quiero» y «me gustaría» Aunque me voy a centrar más en el aprendizaje de Bailar, este post es
perfectamente aplicable a numerosas actividades de nuestra vida. Si se supone que
«queremos» hacer tal o cual actividad, deberíamos ser capaces de realizarla siempre, y si no la realizamos es porque, en el fondo, no queremos hacerla, y entonces, a lo sumo, «nos gustaría». En efecto, ¿qué sucede con mucha frecuencia cuando una persona nos dice?:
«Quiero apuntarme a un gimnasio», por ejemplo. Supongamos ahora que ha pasado un cierto tiempo y que nos la encontramos de nuevo por la calle. Si le preguntásemos:
«¿Qué tal te va en el gimnasio?».Es muy probable que nos contestase algo así como: «Aún no me he apuntado».Y si nos interesásemos por el motivo de no haberlo hecho, probamente nos contestaría algo parecido a: «Porque no he tenido tiempo» o «Porque no he podido». Algo similar sucede con algunas personas que dicen:
«Quiero hacer una dieta para adelgazar».
Y así podríamos repetir la conversación anterior y llegaríamos igualmente a una respuesta similar: «Aún no me he puesto con ello, pero quiero empezar ya». Claro que otros con «más voluntad» pueden decirnos: «Aún no me he puesto en serio con ello, pero quiero empezar ya».
¡Como si se hubiesen puesto de algún modo!
Igualmente, con muchas de las personas que dicen «querer» aprender un idioma lo que de
verdad sucede es que «les gustaría aprenderlo». La palabra «querer» es mucho más fuerte que «gustar»: Tiene que ver con el sentimiento y, de algún modo, implica a todo nuestro ser. En cambio, cuando simplemente «nos gustaría» hacer algo, es probable que no lo lleguemos a hacer nunca, y aquí es donde está la verdadera diferencia entre ambos conceptos, lo que marca un claro límite y distingue a unas personas de otras:
Así, quien de verdad quiere algo, siempre pone los medios, y por supuesto que al final lo
consigue. «Querer» significa auténtica implicación, sin excusas. Por el contrario, a quien simplemente le gustaría conseguir o tener algo y en el fondo no quiere conseguirlo (aunque no sepa que no lo quiere), no podrá obtenerlo porque realmente no lo quiere obtener, porque se niega a ello, porque no actúa de modo que acredite que lo
quiere, aunque es cierto que, a lo sumo, le gustaría obtenerlo. Así, siempre encontrara
alguna oportuna excusa que lo libere de esa obligación que se ha impuesto y que dice a los demás «querer hacer», y por ello difícilmente encontrará el momento adecuado para empezarla o continuarla, por lo que siempre la tendrá en un segundo plano.
Estas personas desisten con facilidad de lo que creen querer hacer, y por este motivo será
muy fácil convencerlas y apartarlas de esa obligación con cualquier excusa:
—«y vas a ponerte a estudiar ahora?».
—«Pues tienes razón, mejor lo dejo para luego. La verdad es que hoy he tenido un mal día.
Y escusas como esas escucharemos a menudo debido a este fenómeno, sin embargo debemos de tener en cuenta que todo lo que iniciamos en la vida, exige mucha dedicación y Compromiso, disciplina para poder lograr todas estas metas, por eso no te rindas bien sea en tus clases de baile o cualquier proyecto que tengas en mente, recuerdad que todo lo te propongas lo puedes lograr pero es necesario poner de tu parte. Hasta pronto!
En este post vamos a hablar un poco de este tema, ya que muchas personas inician diferentes actividades pero no la concluyen, la pregunta es porque sucede Esto? Bueno aquí está la respuesta, Diferencias entre «quiero» y «me gustaría» Aunque me voy a centrar más en el aprendizaje de Bailar, este post es
perfectamente aplicable a numerosas actividades de nuestra vida. Si se supone que
«queremos» hacer tal o cual actividad, deberíamos ser capaces de realizarla siempre, y si no la realizamos es porque, en el fondo, no queremos hacerla, y entonces, a lo sumo, «nos gustaría». En efecto, ¿qué sucede con mucha frecuencia cuando una persona nos dice?:
«Quiero apuntarme a un gimnasio», por ejemplo. Supongamos ahora que ha pasado un cierto tiempo y que nos la encontramos de nuevo por la calle. Si le preguntásemos:
«¿Qué tal te va en el gimnasio?».Es muy probable que nos contestase algo así como: «Aún no me he apuntado».Y si nos interesásemos por el motivo de no haberlo hecho, probamente nos contestaría algo parecido a: «Porque no he tenido tiempo» o «Porque no he podido». Algo similar sucede con algunas personas que dicen:
«Quiero hacer una dieta para adelgazar».
Y así podríamos repetir la conversación anterior y llegaríamos igualmente a una respuesta similar: «Aún no me he puesto con ello, pero quiero empezar ya». Claro que otros con «más voluntad» pueden decirnos: «Aún no me he puesto en serio con ello, pero quiero empezar ya».
¡Como si se hubiesen puesto de algún modo!
Igualmente, con muchas de las personas que dicen «querer» aprender un idioma lo que de
verdad sucede es que «les gustaría aprenderlo». La palabra «querer» es mucho más fuerte que «gustar»: Tiene que ver con el sentimiento y, de algún modo, implica a todo nuestro ser. En cambio, cuando simplemente «nos gustaría» hacer algo, es probable que no lo lleguemos a hacer nunca, y aquí es donde está la verdadera diferencia entre ambos conceptos, lo que marca un claro límite y distingue a unas personas de otras:
Así, quien de verdad quiere algo, siempre pone los medios, y por supuesto que al final lo
consigue. «Querer» significa auténtica implicación, sin excusas. Por el contrario, a quien simplemente le gustaría conseguir o tener algo y en el fondo no quiere conseguirlo (aunque no sepa que no lo quiere), no podrá obtenerlo porque realmente no lo quiere obtener, porque se niega a ello, porque no actúa de modo que acredite que lo
quiere, aunque es cierto que, a lo sumo, le gustaría obtenerlo. Así, siempre encontrara
alguna oportuna excusa que lo libere de esa obligación que se ha impuesto y que dice a los demás «querer hacer», y por ello difícilmente encontrará el momento adecuado para empezarla o continuarla, por lo que siempre la tendrá en un segundo plano.
Estas personas desisten con facilidad de lo que creen querer hacer, y por este motivo será
muy fácil convencerlas y apartarlas de esa obligación con cualquier excusa:
—«y vas a ponerte a estudiar ahora?».
—«Pues tienes razón, mejor lo dejo para luego. La verdad es que hoy he tenido un mal día.
Y escusas como esas escucharemos a menudo debido a este fenómeno, sin embargo debemos de tener en cuenta que todo lo que iniciamos en la vida, exige mucha dedicación y Compromiso, disciplina para poder lograr todas estas metas, por eso no te rindas bien sea en tus clases de baile o cualquier proyecto que tengas en mente, recuerdad que todo lo te propongas lo puedes lograr pero es necesario poner de tu parte. Hasta pronto!



Comentarios
Publicar un comentario